Somos incapaces de tratar con lo inmedible, quizás por eso el infinito es un concepto que podemos usar (por entenderlo como contraposición a lo finito), mas inútiles de concebir. Sin la medida, no podemos establecer simetrías y nuestro propio pensamiento mide más que piensa. Sin medir, todo se nos haría ininteligible. Eso no quiere decir que un factor intelectual (que solo cifra la habilidad que tenemos para solucionar el test de un coeficiente intelectual) sea un referente o explique algo ligerísimamente interesante de nuestra capacidad de pensamiento o bien de nuestra genialidad, individualmente o bien como especie. Es un dato irrelevante. Miserable sería el amor que se dejara medir, le afirma Antonio a Cleopatra, en la obra homónima de William Shakespeare. Sabemos quién era Shakespeare con lo que hizo de su pensamiento, no por cuál pudiera haber sido su supuesto C. I. La meta es el placer, el gozo; el orgasmo es la consecuencia, puede darse o bien no darse. Un clímax producido en una relación no cariñosa puede ser insatisfactorio, al paso que un encuentro sexual lleno de aprecio, pasión y comunicación, sin orgasmo, puede ser de manera perfecta satisfactorio.
«sé lo que te gustarías que fueran los demás´´
Arte de Sanación pertinente a la Medicina Tradicional Tailandesa y complemento de la meditación espiritual y herboristería. Se lo considera una panacea universal por su gran alcance terapéutico, las estadísticas a nivel mundial demuestran que cada días un poco más, se utiliza para asistir a contrarrestar enfermedades bastante difíciles de revertir. El problema es más marcado en la cuestión de la impotencia. El hombre afectado por la misma tiende a recluirse, evita la relación con las disculpas más increíbles y se considera, en cierta manera, un paria digno sólo del descrédito y la burla. Los consultorios de profesionales idóneos (o bien no) se llenan con estos pobres infelices, haciendo pingües negocios a expensas de promesas de sanación imposibles de confirmar. Pues la impotencia tiene orígenes más que diversos: cuando no existen problemas rigurosamente fisiológicos, un padre muy represor y déspota (que lleva en la adultez al paciente a negar su propia sexualidad), una homosexualidad no asumida (con lo que el individuo se condena a vivir a caballito entre 2 sexos), una pérdida de interés en la pareja, abuso de la masturbación (estamos hablando de a partir de los cuarenta años; antes, el coito y la masturbación no se anulan mutuamente), pueden ser las causas.
El juego sexual BDSM no es un deporte de ocio. No es infrecuente que los jugadores hagan sudar, pierdan el aliento, sientan cómo corren sus corazones o bien se van con nomeolvides, desde muñecas quemadas con cuerdas y nalgas enrojecidas hasta genitales adoloridos y músculos adoloridos. Jugar con la idea de poder y control sexual no es para amantes tímidos, poco imaginativos o perezosos. Esto es sexo duro, no sexo tántrico. El problema es que un pagafantas no espera la reciprocidad. Ni siquiera imagina que tenga derecho a ser tratado en correspondencia por de su pareja. Por eso siente que siempre debe abonar la ronda (de ahí procede el nombre pagafantas). Realmente, siempre y en toda circunstancia paga todas las rondas.
La persona de manera compulsiva recelosa padece una nosología
No es tan malo, me trae flores en mi cumpleaños, era tan romántico y atento,… Y dejamos en el cajón del olvido el día que me pegó, me gritó, cuando se rió de mi aspecto fisico, cuando dijo que no valía para nada,… En la tradición del yoga, hay un dicho que ha ayudado a los practicantes a alcanzar mayores niveles de dominio en el trabajo con el cuerpo: donde va la atención, fluye la energía. Décadas de investigación en biofeedback efectivamente han demostrado este axioma, en tanto que en el momento en que nos enfocamos en prácticamente cualquier área del cuerpo podemos aumentar el flujo sanguíneo, alterar el potencial bioeléctrico e influir en la secreción de abundantes productos bioquímicos. (La dieta más lenta) Resérvate lo mejor de ti para cuando os veáis juntos, y deja que sea ella quien hable, te pregunte y se interese con lo que haces y por de qué manera ves la vida. Que al regresar a su casa piense: Este chico no me lo ha contado todo; tengo que proseguir conociéndolo. No hay solamente poderoso y efectivo que una mujer pensando en lo que puede haber más allí en un hombre. Habrás logrado que te vea como un premio, y no como un pagafantas.
Fogosa, apasionada, cariñosa y dulce, en mi cuerpo achocolatado hallarás los matices arrebatadores y candentes del mejor de los licores. Llámame y seré tu compañera perfecta en un viaje inolvidable hasta el placer más intenso. En la relación sexual de un hombre y una mujer, aparte de los espíritus y las almas están las psiques y los cuerpos. El cuerpo tiene su propio lenguaje. Y el lenguaje del cuerpo es más cercano, más directo. En ocasiones, conforme algunos, hasta soez. Es posible que las expresiones científicas sean válidas para redactar un tratado o bien para dar una lección de anatomía sexual. Puede ser que las expresiones místicas sean adecuadas para un camino bucólico y romántico entre naranjos en flor a la luz de la Luna. Puede ser que el lenguaje cursi, bien educado, sea el que mejor se tolera cuando vamos o bien cuando vienen de visita. Puede que si emplea usted alguno de esos lenguajes en una relación íntima, se enfríe el entorno, se reduzca la excitación y quizás no consiga llegar a donde pretendía.
Es ya hora que te vayas
Vuelva a la cabecera de la mesa y encuentre su camino para llenar el masaje o bien despedirse. Esto puede ser cualquier cosa, desde quietud hasta movimientos repetidos, desde toques sensuales hasta contactos extremadamente ligeros. Tómese el tiempo para finiquitar de una manera que sea personal para usted. Cuando haya terminado estos últimos golpes, muévase cara el lado de la mesa. Coloque una mano en la corona de la cabeza de su compañero y la otra en el centro o la barriga de su compañero. Cierra los ojos, conectándote primero con tu respiración y después con el resto. Siente el flujo de energía entre ti. Honren y den gracias uno por otro y por la bendición compartida de lo que han experimentado juntos. Si a algo ayudan los años y, por tanto, la edad, es a conocerse uno mismo. Una persona se entiende mejor con cincuenta años que con veinte. Pasada la cincuentena se sabe más del amor y de los fracasos amorosos que cuando uno se está iniciando en la vida sentimental. Se conoce la exaltación del enamoramiento o la atracción sexual y se conoce el desconsuelo y la frustración que ocasionan el rechazo y el descalabro. Ese bagaje vivencial nos permite conocernos y nos permite, por consiguiente, ser fieles a nuestra personalidad. Y eso, cuando se quiere seducir a una mujer tras haber cumplido los cincuenta, es una herramienta indispensable.
Con esa intención he llegado a esta ciudad fantástica a orillas del Mediterráneo
Las zonas anatómicos en las que acostumbra a practicarse el cupping en el BDSM son los pechos, los pezones, el clítoris, las nalgas, la espalda, la vagina o bien los testículos. Dependiendo de la zona, del tipo de piel y de la persona en sí, la ventosa se dejará más o menos tiempo colocada. Hay personas que pueden dejarla más de media hora puesta en zonas como las nalgas o la espalda, pero lo habitual es que la ventosa se coloque entre 5 y 15 minutos. Podrías empezar por practicar primero con la masturbación. Si se siente demasiado sensible inmediatamente después del orgasmo, espere un minuto y reanude la acción. Si es preciso, empiece a trabajar en otra área: clítoris, puntos G, senos, los labios vaginales o el ano: está procurando que las sensaciones se superpongan entre sí para que se amontonen nuevamente. Cuando hayas perfeccionado esto, juega con tu pareja. ¡La mayor parte de los hombres están motivados para agradar a sus mujeres en tantas ocasiones como resulte posible!